La semana pasada me sorprendió que el post titulado » Alerta por casos de Parvovirosis en perros vacunados»tuvo muchas visitas, tantas como
por ejemplo
2500 vistas en un día.
Fue una prueba de que el blog también puede servir para dar la alarma ante algún problema de salud en perros o gatos que está sucediendo y motivarnos
para entenderlo y tratar de solucionarlo.
Me puse en marcha e hice 3 cosas
:
-comprobar a través de la web americana de pago para profesionales veterinarios vin
.com si los mensajes solicitando
opinión entre veterinarios «hervían» de casos de Parvovirosis: nada especial estaba sucediendo. Esto significa que en USA no hay ahora mismo un problema similar, pero no indica que no lo haya en otros lugares
del mundo.
– llamar al laboratorio de histopatología con el que trabajamos (Citopat veterinaria, Barcelona) y preguntar
si había «movimiento» respecto
a esta enfermedad: efectivamente
, desde hace un tiempo reciben
peticiones
para demostrar
en animales que han muerto que han padecido Parvovirosis, incluso
estando vacunados.
– buscar artículos recientes que traten el problema de los casos de Parvovirosis en animales vacunados: de este modo averigüé que la persona más experta
en este tema es Nicola Decaro, que trabaja
en la Universidad
de Bari, en Italia. Lleva años investigando
este virus
, y me decidí a comentarle mis inquietudes por e-mail.
Uno de los resultados de estos pasos es que a continuación
, voy a tratar de contestar a la pregunta
de » ¿ Porqué han aumentado los casos de Parvovirosis en perros vacunados?»
Este fenómeno puede deberse a varios motivos
, que pueden
mezclarse y serán necesarios estudios
para conocer
con mayor detalle qué está sucediendo. Hoy por hoy, la información disponible permite afirmar que hay 2 grupos de causas
:
1. La interferencia de los anticuerpos maternales (transmitidos a través de la leche materna) con la vacunación, que puede provocar que el perro no elabore suficientes
anticuerpos frente al Parvovirus.
La madre, al dar de mamar a sus cachorros, les «pasa
» anticuerpos frente al Parvovirus que ella ha elaborado, como resultado de estar vacunada.
Sin embargo, si estos anticuerpos procedentes de la madre están en nivel elevado, a la vez que protegen desde los primeros días al cachorro frente al Parvovirus, también pueden impedir que al vacunar al cachorro éste fabrique anticuerpos.

Evolución de los niveles de anticuerpos de origen materno y cómo interfieren con el éxito de la vacunación de Parvovirosis canina.
En la imagen de arriba, vemos cómo un nivel de anticuerpos maternos por encima de la franja gris impide el éxito
completo de la vacunación.
En el ejemplo representado en la gráfica, si el nivel de anticuerpos de la madre siguiera la línea roja, este nivel de anticuerpos maternales va disminuyendo a lo largo de las semanas, y al llegar
a las 12 semanas tienen un nivel bajo, que ya no interfiere con la vacuna. Tradicionalmente, la última vacuna se administra
a las 12 semanas, y en ese momento, un 10% de los cachorros todavía no quedan protegidos. Es decir, hay un 10% de cachorros en que el nivel de anticuerpos, a las 12 semanas, todavía no ha bajado de la franja gris.Por ello, expertos
como
Nicola Decaro recomiendan que se aplique una última dosis vacunal a las 16 semanas, para asegurar
que con ella el cachorro podrá fabricar los anticuerpos sin obstáculo y quedar
del todo protegido durante un año.
2. La aparición de nuevas cepas
de Parvovirus, variantes
de la cepa
original CPV-2 (Canine
Parvovirus-2).
El cpv-2 fue descubierto en 1978, y con el tiempo ha dado variantes: el cpv-2a (1979), el cpv-2b y el más reciente, el cpv-2c (descrito en 2001 en Italia).
En la imagen superior, vemos cómo el Parvovirus canino procede del Parvovirus felino, y es detectado en el perro en 1978. Posteriormente, de éste derivan las cepas cpv-2a (identificada en 1979), cpv-2b (identificada en 1984) y cpv-2c (descrita en el perro en 2001).
Las variantes difieren del virus
«original» en sólo 5-6 aminoácidos, y entre
ellas en sólo 1-2 aminoácidos.
En los últimos años, se han llevado a cabo estudios para conocer cuáles son las cepas (variantes del cpv-2 original) presentes en distintos lugares del mundo. Estos estudios también tienen como objetivo averiguar si los animales afectados estaban vacunados o no, y si lo estaban, con qué tipo de vacuna.
En cuanto a la distribución del virus, las siguientes tablas muestran qué cepas se han identificada y dónde:
A nivel Europeo: a partir del estudio de N. Decaro et al. ,The Veterinary Journal 187 (2011) pp. 195-199

Cepas de Parvovirus Canino en los distintos países (entre paréntesis el nº de muestras de cada una).
A nivel mundial: a partir del estudio de N. Decaro y C. Buonavoglia, Vet. Microbiology, 155 (2012), pp.1-12
A día de hoy, existe una controversia sobre si el cpv-2c (y otras variantes que puedan
surgir) es el responsable
de que los perros vacunados puedan enfermar
.
Un amplio grupo de investigadores (entre los que figuran los americanos) opinan que las vacunas «de toda la vida», elaboradas a partir del cpv-2, protegen frente a cualquier variante
.
Otro grupo de investigadores (europeos e indios sobre todo) piensan que las variantes pueden «escapar
» de la protección vacunal elaborada con virus
cpv-2, y que los pequeños cambios del genoma que muestran las variantes pueden ser suficientes
para que algunos animales puedan enfermar
.
¿Quién tiene razón?
Todavía no hay información suficiente para decirlo, son necesarios nuevos estudios
para esclarecer este asunto; pero con la información que tenemos actualmente
, sí podemos decir
que la causa principal de los «fallos» vacunales es la interferencia de los anticuerpos maternos.
En efecto, si los anticuerpos maternos están elevados y no se revacuna a las 16 semanas, puede
haber un 10% (estadísticamente) de perros que no queden
del todo protegidos
.
Y esta pequeña proporción de perros (aunque el 10% es mucho si es tu perro) se puede
contagiar.
Entra entonces el juego la segunda causa: las nuevas variantes del Parvovirus.
¿Cómo? : lo que puede ocurrir entonces es que el bajo nivel de anticuerpos vacunales hace más sensibles a estos perros a la infección por las cepas nuevas, ya que son más virulentas que la antigua. Y aunque la vacuna «antigua» proteja si se consigue un nivel alto de anticuerpos, es probable que no lo consiga si hay un nivel bajo por interferencia de los anticuerpos maternos.
¿Qué podemos hacer entonces?
1. Administrar una dosis vacunal adicional a las 16 semanas, que garantice conseguir el nivel más alto posible de anticuerpos.
2. Utilizar una vacuna elaborada con la cepa cpv-2b, que se «parece» más genéticamente a las demás variantes que el virus cpv-2 original, que ya no circula. Existen estudios que demuestran una mayor proporción de perros curados si han sido vacunados con una vacuna basada en esta cepa.
3. Esperar a que los próximos estudios aclaren si es útil y necesario fabricar vacunas nuevas frente a las distintas variantes.
Espero haber aportado algo de luz sobre un tema que nos preocupa y nos motiva.
ATENCIÓN:
Si conoces alguien que tenga un perro enfermo de Parvovirosis en este momento en España, puedes ponerte en contacto conmigo y si pudieses enviarnos heces del animal enfermo sería útil para averiguar más cosas sobre la enfermedad y luchar mejor contra ella.
Gracias por colaborar!
Cordialmente,
David Prandi Chevalier