Hola de nuevo!
Bobby es un perro de 7 años de edad que últimamente se ha adelgazado y está menos activo. Sus análisis revelan un incremento de proteínas totales en sangre.
En este caso, nos interesaba obtener una muestra de médula ósea para comprobar si en ésta se veía o no el parásito Leishmania, frecuente en nuestra zona y transmitido por picadura de mosquito.
La punción de médula ósea permite evaluar qué células están presentes en ella, si se producen de forma normal o no. Estas células darán lugar a las diferentes células sanguíneas, como los eritrocitos o glóbulos rojos, los leucocitos o glóbulos blancos y las plaquetas. También pueden detectarse otras anomalías como la presencia de parásitos del género Leishmania.
La obtención y análisis de la médula ósea es fundamental en el estudio de las anemias y los trastornos de las plaquetas.
A continuación podréis ver cómo se obtiene una muestra de médula ósea a partir de una costilla. Se puede a partir de otros huesos, como el húmero y el fémur, pero a nivel de costilla resulta fácil y rápido (relativamente). Y no requiere anestesia general.
Se emplean una aguja amarilla (de 18 G) y una jeringa de 10 ml para que al tirar del émbolo obtengamos una presión negativa (de succión) suficiente para la extracción. El procedimiento es poco doloroso, veréis como Bobby lo tolera perfectamente. De todas las estructuras que atraviesa la aguja, la única dolorosa es el periostio.
Los frotis realizados a partir de la muestra de médula ósea no mostraron la presencia del parásito Leishmania.
Bobby se recuperó perfectamente y actualmente está en perfecta salud.
Espero que os sea útil,
David Prandi Chevalier
historiasveterinarias/vetstories 