Yako es un perro mestizo de 10 años que hace unos meses vino a visitarse porqué sus dueños lo veían más cansado, comía más de lo normal y había aumentado de peso. Yako estaba como más «vago» y no mostraba tanta alegría ni ganas de correr y jugar como antes. En un principio ellos achacaban todos estos síntomas a la edad pero para quedarse tranquilos decidieron llevarlo al veterinario.
Yako.
Los animales de 8 o más años de edad adquieren un mayor riesgo de padecer determinadas enfermedades relacionadas con el proceso de envejecimiento. Estamos hablando de problemas de audición, vista, corazón, hígado, riñón, próstata, articulaciones, tumores… los cuales, diagnosticados en sus etapas iniciales, pueden disponer de tratamiento curativo o, cuanto menos, que retrase su desarrollo, mejorando y en muchas ocasiones alargando, la calidad de vida
Los efectos que a va producir la edad sobre nuestro animal son numerosos y variados. Muchos de estos efectos van a ser apreciables, tales como: menor actividad, cansancio, debilidad, dificultad de movimientos, pérdida o aumento de peso, aumento de la ingesta de agua y comida, sarro en los dientes, cambios de comportamiento, pérdida de visión, cambios en el pelo, tumores, etc.
Algunos de estos síntomas pueden ser achacados equivocadamente a la edad y emmascarar enfermedades más graves como problemas de corazón, problemas hormonales, fallor renal, fallo hepático… de aquí la importancia de hacer un chequeo anual completo a los animales geriátricos.
Volviendo al caso de Yako, sus dueños nos lo trajeron a visitar y tras explorarlo, hacerle un chequeo de sangre y orina completos vimos algunas anormalidades que nos llevaron a pensar que podría haber algún problema hormonal.
¿Qué anormalidades vimos?
Vimos que Yako bebía más agua de lo nomral. Lo normal en un perro es no beber más de 100 ml/Kg/día y Yako bebía unos 4 litros al día pesando 37 Kg.
La densidad de su orina estaba baja, es decir, tenía la orina diluida y el colesterol y la fosfatasa alcalina, una enzima hepática, también estaban alterados.
Todos estos resultados nos hiceron sospechar de la enfermedad de Cushing o hiperadrenocorticismo.
El síndrome de Cushing es una enfermedad del sistema endocrino, la causa es un exceso de producción de hormonas esteroideas. Estas hormonas normalmente se producen en las glándulas adrenales, son dos órganos minúsculos que se sitúan cerca de los riñones. Este exceso de producción de hormonas en las glándulas adrenales se llama hiperadrenocorticismo.
Situación de las gándulas adrenales.
Imagen de saludmedica.gimlax.com
Básicamente el Cushing puede ser de dos tipos: hipofisario o adrenal.
1) Cushing hipofisario: generalmente es debido a un adenoma hipofisario, es decir, un tumor benigno en la hipófisis, una glándula del cerebro. La hipófisis se encarga de secretar una hormona, la ACTH que se encarga de estimular las glándulas adrenales para producir cortisona. Si hay un tumor en esta zona, las células tumorales secretan más ACTH y hay más estimulación de las adrenales y un exceso de cortisol sanguíneo.
2) Cushing adrenal: generalmente se debe a un tumor en una glándula adrenal. Si hay un tumor adrenal, esta glándula produce más cortisona de la normal y tenemos síntomas de la enfermedad.
¿Qué síntomas produce?
Los síntomas de esta enfermedad son muy diversos y numerosos. Los perros con Cushing pueden mostrar poliuria y polidipsia (orinar mucho y beber mucha agua), polifagia (tener mucha hambre), alopecias de diverso tipo (falta de pelo), debilidad muscular, abdomen péndulo (barriga distendida y blanda, atrofia de los órganos sexuales, falta de libido, obesidad… Lo mas constante es la poliuria-polidipsia, que suele ser el signo mas precoz.
Alopecia simétrica en un perro con Cushing.
Yako tenía poliuria-polidipsia, atrofia de los testículos, obesidad, atrofia de la musculatura de la zona temporal y polifagia.
Podéis ver a Yako con la zona de la musculatura temporal ligeramente atrofiada.
Yako con el abdomen péndulo y decaído.
¿Qué prueba nos sirve para diagnosticar esta enfermedad?
Existe muchos test y pruebas para confirmar el diagnóstico de la enfermedad de Cushing.
Lo que actualmente se ha visto que es la prueba más fiable es el test de estimulación a dosis bajas de dexametasona.
La ecografía abdominal puede hacernos sopechar de la enfermedad todo y que sin pruebas sanguíneas específicas no podemos emitir un diagnóstico definitivo.
A Yako le realizamos una ecografía abdominal y se vió que el tamaño de sus glándulas adrenales era más grande de lo normal. Esto nos hizo sospechar más de un possible hiperadrenocorticismo hipofisario pero el hecho de estar normales no nos hubiera descartado la enfermedad.
Después de realizar la ecografía realizamos el test de dexametasona y los resultados eran claramente compatibles con la enfermedad.
¿Existe tratamiento?
Actualmente disponemos de varias opciones terápeuticas para el hiperadrenocorticismo (síndrome de Cushing).
Para elegir un tratamiento más adecuado para cada paciente en particular hemos de considerar su estado general y el tipo de hiperadrenocorticismo.
Mientras que para un paciente con hiperadrenocrticismo hipofisario sera suficiente utilizar un medicamento que suprima la secreción de cortisol como el trilostano, para el tratamiento de un animal con un tumor adrenal será recomendable la extirpación quirúrgica o una medicación que tenga capacidad de destruir el tejido adrenal (mitotane).
En el caso de Yako hemos optado por utilizar el trilostano, un medicamento con menos efectos secundarios que el mitotane y que actúa inhibiendo la formación de hormonas esteroideas, es decir, de cortisol. La inhibición es reversible y aroximadamente a las 8 h fe la administración del trilostano oral el efecto ya desaparece.
Es necessario medicar al animal dos veces al día y realizar controles sanguíneos periódicos a los 7-10 días de inicar el trtamiento, al mes, a los 3 meses y cada 3 meses posteriormente.
El trilostano inhibe la síntesis de cortisona reversiblemente y es útil para el tratamiento del Cushing hipofisario.
Imagen de palmarket.mercadoshops.com.ve –
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
En caso de tumores adrenales el pronóstico depende de la existencia o no de metástasis.
En el Cushing hipofisario el pronóstico es más bueno y hay perros que pueden vivir años con tratamiento.
Y ya sábeis, si téneis un animal mayor no olvidéis realizar un chequeo completo anualmente!
Iris Pérez.
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