Calle, decaída y con un collar isabelino para que no se quite el tubo de faringostomía.
La mejor expresión que puede poner Calle en sus circunstancias…
Calle y al fondo, su propietaria Patricia, a la que debe sus esfuerzos para salvarla.
La gatita de la que os hablaré en este post se llama Calle. Durante unos años, ha padecido un sobrepeso importante.
El sobrepeso es un problema importante y frecuente en nuestros gatos domésticos. Hasta hace unos 20 años, los gatos americanos eran los gatos gordos. Ahora, esta situación se ha trasladado a Europa.
Es fundamental comprender que el gato, como especie, tolera mal el exceso de peso, ya que no es necesario alcanzar la obesidad para que desarrolle problemas graves de salud.
En efecto, el gato con sobrepeso (obesidad sería sobrepasar un 20% o más el peso normal) acumula grasa en distintas partes de su cuerpo, pero ello es especialmente grave para el hígado.
El hígado que acumula grasa (proceso de Lipidosis hepática) debido al sobrepeso puede acabar fallando. Entonces el gato deja bruscamente de comer o come muy poco, puede vomitar y adelgaza.
Esto puede suceder al cabo de años de padecer sobrepeso. Pero acaba sucediendo en muchos gatos: necesitan entonces un tubo de alimentación (tubo de faringostomía) y ser hospitalizados.
El 80% de estos gatos se recuperan, pero el coste económico es elevado y la curación no es segura.
En el caso de Calle, su propietaria Patricia nos la trajo hace unos días ya que había observado que durante el último mes, Calle había perdido mucho peso (unos 2 kg) y casi no comía.
Observamos que Calle estaba algo deshidratada y le extrajimos sangre para comprobar cómo funcionaban su riñón y su hígado. Su riñón estaba bien pero los análisis revelaron un problema hepático. Según los resultados, había una dificultad para eliminar la bilis producida en el hígado debido a una alteración de los conductos biliares que atraviesan el hígado y desembocan en el intestino.
Esta alteración de los conductos biliares puede ser debida a una inflamación (colangitis) .
Para determinar la causa de esta inflamación, es conveniente realizar biopsias de hígado ya que la inflamación puede proceder de una infección o de una inflamación producida por linfocitos.
Es importante saber si hay infección o inflamación por linfocitos ya que si hay infección el tratamiento fundamental serán los antibióticos y en caso de inflamación por linfocitos habrá que administrar corticoides a dosis elevadas.
Si tratamos con antibióticos y el problema requiere corticoides, no solucionaremos la colangitis.
Si tratamos con corticoides y la causa es una infección , bajaremos las defensas del animal y la infección se disparará.
Por ello la biopsia de hígado es fundamental para un diagnóstico correcto y un tratamiento acertado.
A continuación podéis ver cómo procedimos a efectuar la biopsia de hígado de Calle:
La gata Calle en quirófano, anestesiada y con el campo operatorio en que se ha colocado povidona yodada.
Conectada al aparato de anestesia, al monitor quirúrgico y Victoria a punto de abrir los guantes estériles.
Apertura de la pared abdominal (laparotomía media) para acceder a la cavidad abdominal.
Visualización de un lóbulo hepático a partir del cual se va a obtener una biopsia.
Sutura del hígado que secciona a la vez el tejido hepático para la obtención de la biopsia.
Tubos con formol al 10% que contienen las distintas biopsias obtenidas: Ganglio mesentérico, hígado, intestino delgado, páncreas.
Mientras esperamos el resultado de las biopsias, Calle lleva colocado un tubo de faringostomía que permite alimentarla con pequeña cantidad de alimento y de modo frecuente.
Esto es muy importante ya que si un gato anoréxico no come durante varios días, su organismo empieza a utilizar sus reservas de grasa para obtener energía. Entonces, esta grasa de otras zonas del cuerpo también contribuye a la acúmulo de grasa en el hígado, agravando el proceso.
Además, toma un estimulante de la eliminación de la bilis por los conductos biliares; es el Ursochol (ácido ursodeoxicólico).
Cuando conozcamos los resultados de la biopsia de Calle, tendremos nueva información para ajustar su tratamiento.
De momento, está alimentada e hidratada, con lo cual su hígado no empeora. Y también le administramos antibiótico por si hay infección en el tracto biliar.
Muchos ánimos a Calle y su dueña Patricia!
Y enhorabuena a Patricia por ser una fantástica propietaria que comprende la utilidad de las biopsias para poder curar a su gatita.
Espero que os sea útil,
Si tienes alguna pregunta relativa a este caso, nos la puedes dirigir a través de un comentario que te prometemos contestar!
David Prandi Chevalier
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