Hola a todos! Hoy os quiero poner al día del diagnóstico y la evolución de Rosita.
Rosita era una gata a la que le realizamos una laparotomía exploratoria porque perdía peso y comía mucho y se le palpo una masa abdominal.
Como ya os dije el día que le hicimos la laparotomía exploratoria a Rosita vimos que la masa era un ganglio linfático mestentérico.
Tomamos muestras de hígado, intestino delgado, intestino grueso, ganglio linfático y páncreas y el resultado histopatológico nos dijo que tenía una enteritis linfoplasmocítica.
La enteritis linfoplasmocítica es una enfermedad inflamatoria intestinal que, por extrapolación con lo que ocurre en medicina humana, se cree que está producida por una respuesta inmunitaria exagerada a antígenos luminales, es decir, el sistema defensivo del cuerpo ataca exageradamente a componentes presentes en la dieta causando una inflamación en el intestino.
¿Cuales son los síntomas de esta enfermedad?
Los síntomas pueden ser muy variados pero los principales son vómitos y perdida de peso con buen apetito. La presencia de diarrea, conducta de pica, dolor abdominal también pueden aparecer.
¿Cómo se diagnostica?
Si por la sintomatologia clínica sospechamos de una IBD lo primero que hemos de hacer es un chequeo general completo con evaluación de los folatos y la cobalamina (pueden salir o no alterados) y hacer una ecografía abdominal para poder descartar otras enfermedades que cursen con síntomas parecidos. Si después de realizar todas estas pruebas sospechamos de esta enfermedad necesitamos tomar biopsias intestinales para confirmar el diagnóstico.
Las biopsias se pueden tomar de 2 maneras:
– Mediante laparotomía exploratoria: nos permite coger muestras completas de intestino, estómago, páncreas, linfonodos, hígado…Requiere anestesia total del animal y una cicatriz posterior.
-Mediante endoscopia: se utiliza un fiborendoscopio que es un tubo flexible con una cámara que, una vez introducido vía oral o rectal (dependiendo de que tramo de intestino queramos ver) permite cojer muestras mediante unas pinzas. Requeire anestesia del animal pero es menos invasivo que la laparotomía exploratoria. La desventaja es que solo podemos coger muestra de mucosa intestinal.
¿Tiene tratamiento?
Sí, el tratamiento es crónico y requiere controles periódicos.
Se basa principalmente en:
– cambio de la proteína de la dieta para disminuir así los alergenos imtestinales que causan inflamación.
– terapia inmunosupresora: con corticoides o otros fármacos.
– control del sobrecrecimento de bacterias intestinales que pueden provocar déficits vitamínicos.
En el caso de Rosita hemos empezado un tratamiento con dieta específica y corticoides.
Solo lleva un mes con tratamiento y ha engordado 300 gramos. Está mucho más animada, come bien y el tamaño de los ganglios mesentéricos ha disminuido.
Iris Pérez.
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