¿Cómo se trata la insuficiencia renal?
Hace poco os hablé de la insuficiencia renal crónica en el gato. http://wp.me/p2cDmE-13J
Hoy os quiero hablar un poco de su tratamiento.
Ya os expliqué que podían existir numerosa causas que provocaran una lesión en los riñones y que muchas veces determinar la causa exacta era complicado. En los casos en los que se encuentra la causa específica de la insuficiencia renal se puede tratar directamente la causa. Pero en la mayoría de los casos no es así y, por tanto, el tratamiento se centra en los síntomas.
El tratamiento es diferente en cada caso: en gatos muy debilitados,deshidratados y descompensados a nivel electrolítico es necesaria la hospitalización para la administración de fluidoterapia intravenosa, que nos permitirá corregir la deshidratación y las alteraciones electrolíticas.
Una vez estabilizados, el tratamiento irá dirigido a mantener la función renal y minimizar las complicaciones del fallo renal.
¿Cuáles son las complicaciones habituales en una insuficiencia renal?
Si el riñón no funciona adecuadamente la urea y la creatinina aumentan en la sangre.
La urea y la creatinina son desechos producidos por el metabolismo de las proteínas y su aumento en sangre provoca síntomas como vómitos, anorexia, náuseas, malestar, mareo…
Estos síntomas los podemos paliar básicamente con dos medidas:
1- Medicaciones antiácidas y antieméticas.
2- Dieta: una dieta ideal para un gato con fallo renal deberá contener baja concentración de proteína. De esta forma el riñón tendrá que trabajar menos y habrá menos desechos del metabolismo de las proteínas (la mayoría de las toxinas se acumulan en la sangre en una insuficiencia renal como resultado de la descomposición de las proteínas). Lo ideal es utilizar dietas comerciales específicas para este tipo de problemas.
Otras complicaciones del mal funcionamiento de los riñones son la hipertensión sistémica, las alteraciones electrolíticas y la anemia.
La tensión arterial debe ser medida en las revisiones rutinarias de un gato con fallo renal. En caso de detectarse hipertensión se podrá instaurar el tratamiento más adecuado.
Medición presión arterial.
Las alteraciones electrolíticas más frecuentes en los gatos con fallo renal son la hipocalemia o descenso del potasio sanguíneo y la hiperfosfatemia.
La hipocalemia puede producir debilidad, ventroflexión de la cabeza y alteraciones cardíacas. En caso de detectarse alteraciones se deberá aplicar tratamiento.
Medicación oral para la hipocalemia: potasio oral.
Imagen de cardiopatiascongenitas.net.
La hiperfosfatemia es el aumento del fósforo en sangre. El primer paso para controlar la hiperfosfatemia es la dieta. Las dietas comerciales preparadas para fallo renal tienen baja concentración de proteínas y de fósforo. Si un gato no se alimenta con estas dietas bajas en fósforo (bajas en proteína), o si la concentración de fósforo en sangre es elevada, a pesar de esta dieta, se pueden añadir a la dieta “quelantes del fósforo” (por ejemplo: hidróxido de aluminio o acetato de calcio) para reducir la cantidad de fósforo que se absorbe.
Dieta seca y húmeda para fallo renal.
Imagen de petprescription.co.uk.
El fósforo alto en sangre puede provocar un transtorno denominado hiperparatirodismo secundario (secundario porqué es causado por otra enfermedad, en este caso un fallo renal).
En este transtorno se produce un aumento del calcio sanguíneo y se pueden mineralizar tejidos blandos como los riñones, intestino… Para evitar este problema existen medicaciones como el calcitriol, que ayuda a metabolizar el calcio sanguíneo.
Calcitirol para administración oral.
Otra complicación del fallo renal es la anemia. El riñón fabrica una hormona denominada eritropoyetina que estimula la médula ósea para producir glóbulos rojos. Si el riñón falla esta hormona no se produce adecuadamente y puede producirse una anemia.
En caso de existir anemia pueden necesitarse transfusiones sanguíneas o tratamientos hormonales con eritropoyetina.
Todos estos tratamientos necesitarán controles periódicos (MUY IMPORTANTE) con analíticas sanguíneas y mediciones de presión arterial para poder controlar y ajustar las dosis de los fármacos administrados.
¿Cuál es el pronóstico?
Cuando el daño en los riñones es tan grave que estos presentan insuficiencia renal crónica, se producen mecanismos de compensación y de adaptación para intentar mantener el funcionamiento normal de los riñones, aunque en algún momento estos mecanismos fallarán produciendo una progresión en el fallo renal. La enfermedad es, por tanto, progresiva en el tiempo y puede acabar en la necesidad de eutanasia. De todos modos, el ritmo de progresión de la enfermedad renal varía considerablemente en cada individuo y un tratamiento y cuidados adecuados pueden mejorar la calidad de vida de los gatos afectados y, al mismo tiempo, ralentizar la progresión de la enfermedad.
Iris Pérez.
Información obtenida de gemfe (www.fabcats.org/gemfe/index.html)