Tanto en medicina humana como en veterinaria, actualmente disponemos de tecnología (a veces muy avanzada), para mejorar y hacernos mucho más fácil el diagnóstico de las diversas enfermedades.
Pero tenemos una arma diagnóstica que es fácil y barata: la exploración física. Es una herramienta que nos puede dar muchísima información, útil y muy válida. Yo creo que frecuentemente, tanto en medicina humana como en veterinaria utilizamos demasiado las pruebas laboratoriales, radiografía, ecografía…. y a veces subestimamos la exploración.
La exploración física se basa en lo que perciben nuestros sentidos: lo que vemos, lo que notamos o palpamos, lo que escuchamos, etc…
En este post quiero mostraros gráficamente como realizamos la exploración física habitualmente en nuestra clínica.
Empezamos tomando la temperatura vía rectal.
Seguimos con la palpación abdominal. Se trata de palpar abdomen por si detectamos dolor, masas sospechosas…
La auscultación del tórax es otra pruebas que nos puede dar muchísima información, tanto del corazón como de los pulmones.
Seguidamente lo que realizamos es una exploración de los ganglios linfáticos. Estos están en diferentes partes del cuerpo. Hay que palparlos, y detectar cambios de tamaño, dureza, dolor….
Luego exploramos las mucosas. Esto nos sirve para detectar cambios de color, por ejemplo en anemias, problemas hígado…
La exploración de los oídos se realiza mediante un otoscopio. Detectamos otitis, tumores etc…..
Y por último la exploración de los ojos, con el oftalmoscopio.
Evidentemente la exploración física se puede completar con mas actuaciones. La exploración bucal, detectamos sarro dental, problemas dentales, etc…. La palpación de todo el animal para detecta bultos o nódulos sospechosos. Visualmente detectamos lesiones externas, alopecias. Etc..
En conclusión tenemos una herramienta de gran utilidad para el diagnóstico que frecuentemente subestimamos y hay que exigirla en toda visita veterinaria
Hasta pronto.
Pedro Carracedo.